Santi, un joven solitario a causa de su alergia a la luz solar se traslada con su madre a un oscuro pueblo escondido entre montañas. Una serie de extrañas muertes, de las que el es principal sospechoso, conmocionan el lugar. La única forma de demostrar su inocencia será desvelar el terrible secreto que el bosque oculta.
Está claro que es nuestro país ha surgido el género del terror con más fuerza que nunca, y con una calidad media que ya desearían para sí muchas de las producciones que nos llegan de fuera, sin recaer en los tópicos del género.
Porque eso es justamente lo que hace Ortiz, una película de terror sin chorros de sangre, sin momentos de estallidos musicales, simplemente dejando intuir lo que está pasando, moviendo al enemigo en la sombra, y con un montaje repleto de tensión junto a momentos realmente angustiosos.
La historia no es que sea de lo más original, pero sí que logra darle un toque distinto con ese ambiente campestre, jugando plenamente con la naturaleza que está alrededor, provocando miedo sin mostrar apenas nada, pero lo más radical es que cuando por fin muestra su as, sigue provocando la misma ansiedad si no más, con unos toques a la japonesa pero sin resultar tan artificial como los que intentan copiarlo.
En definitiva la película está repleta de momentos brillantes, hay mogollón de escenas a destacar, desde los sueños, hasta las escenas del balón, o simplemente los momentos de transito de camino a casa.
También me encanta la inclusión final de Leo (Jimmy Barnatán), su personaje consigue darle el toque humorístico que la cinta necesita en ese momento, aunque tal vez Barnatán este un poco mayor para este tipo de papeles.
En fin que si queréis una peli de terror que supera con creces la producción media americana del género esta es vuestra película. Si no os van este tipo de pelis no os acerquéis a ella.
Puntuación 7
Pos eso
Está claro que es nuestro país ha surgido el género del terror con más fuerza que nunca, y con una calidad media que ya desearían para sí muchas de las producciones que nos llegan de fuera, sin recaer en los tópicos del género.
Porque eso es justamente lo que hace Ortiz, una película de terror sin chorros de sangre, sin momentos de estallidos musicales, simplemente dejando intuir lo que está pasando, moviendo al enemigo en la sombra, y con un montaje repleto de tensión junto a momentos realmente angustiosos.
La historia no es que sea de lo más original, pero sí que logra darle un toque distinto con ese ambiente campestre, jugando plenamente con la naturaleza que está alrededor, provocando miedo sin mostrar apenas nada, pero lo más radical es que cuando por fin muestra su as, sigue provocando la misma ansiedad si no más, con unos toques a la japonesa pero sin resultar tan artificial como los que intentan copiarlo.
En definitiva la película está repleta de momentos brillantes, hay mogollón de escenas a destacar, desde los sueños, hasta las escenas del balón, o simplemente los momentos de transito de camino a casa.
También me encanta la inclusión final de Leo (Jimmy Barnatán), su personaje consigue darle el toque humorístico que la cinta necesita en ese momento, aunque tal vez Barnatán este un poco mayor para este tipo de papeles.
En fin que si queréis una peli de terror que supera con creces la producción media americana del género esta es vuestra película. Si no os van este tipo de pelis no os acerquéis a ella.
Puntuación 7
Pos eso
No hay comentarios:
Publicar un comentario