Nikki Grace (Laura Dern) es una actriz contratada para realizar una película, pronto ella y su compañero de reparto Devon Berk (Justin Theroux) descubren que en realidad están realizando un remake de un film polaco maldito que nunca llegó a terminarse, pronto la maldición irá tomando el control de sus actores mezclándose el pasado con el presente y llevándolos a un final inevitable.
Hay pocas palabras que puedan definir realmente lo que he podido ver esta semana en el cine, la última película de David Lynch es un viaje hipnótico por unas mentes perturbadas, una película de esas en las que por momentos te puedes llevar a preguntar ¿Qué es lo que está pasando en la pantalla? Y aunque el argumento por momentos pueda llegar a ser complicado, no lo es tanto como los insertos con los que el director nos ¿”deleita”? durante la misma, todas esas escenas que parecen salidas de sus cortos “Rabbits” (de los que nunca llegué a conseguirlos todos), todo ese comienzo histérico, muchas de las escenas oníricas, y sobretodo, los momentos musicales/videocliperos de la misma, supongo que habrá quien pueda darle sentido al momento en que las chicas se ponen a bailar/cantar el “Locomotion” entero, pero yo no le encuentro ningún sentido, más allá de hacernos descansar 3 min después de los 90 min que hemos visto y que son la mitad del viaje que hemos iniciado.
Pero sobretodo lo que no se sostiene es que el Lynch necesite más de 3 horas para ¿contarnos? Esta historia. Eso si, los que os digan que es una película tipo videocreación no tienen ni idea, he visto demasiado videocreaciones como para poder identificarlas, es un viaje experimental, rodado con cámaras digitales con unos cuantos amigos con mucho tiempo libre, no voy a decir que no debéis verla, pero sólo si sois fans a muerte del lado más lynchiano (“Carretera perdida” o “Mulholland Drive”), yo debo reconocer que aunque estás dos películas me encantan, en esta ocasión he mirado demasiadas veces el reloj, a pesar de haberme preparado a fondo para enfrentarme a ella viéndola en un día descansado.
Como dicen algunos, a la salida del cine deberían darte la posibilidad de comprar la camiseta con el logo “Yo ví entera “Inland Empire”, toda una demostración de hasta donde es capaz de llegar el amor propio :-), también creo que es importante comentar que después del estreno en el Festival de Cine de Venecia, Lynch tuvo que retocar el montaje original debido a la tibia acogida que recibió el film.
Hay pocas palabras que puedan definir realmente lo que he podido ver esta semana en el cine, la última película de David Lynch es un viaje hipnótico por unas mentes perturbadas, una película de esas en las que por momentos te puedes llevar a preguntar ¿Qué es lo que está pasando en la pantalla? Y aunque el argumento por momentos pueda llegar a ser complicado, no lo es tanto como los insertos con los que el director nos ¿”deleita”? durante la misma, todas esas escenas que parecen salidas de sus cortos “Rabbits” (de los que nunca llegué a conseguirlos todos), todo ese comienzo histérico, muchas de las escenas oníricas, y sobretodo, los momentos musicales/videocliperos de la misma, supongo que habrá quien pueda darle sentido al momento en que las chicas se ponen a bailar/cantar el “Locomotion” entero, pero yo no le encuentro ningún sentido, más allá de hacernos descansar 3 min después de los 90 min que hemos visto y que son la mitad del viaje que hemos iniciado.
Pero sobretodo lo que no se sostiene es que el Lynch necesite más de 3 horas para ¿contarnos? Esta historia. Eso si, los que os digan que es una película tipo videocreación no tienen ni idea, he visto demasiado videocreaciones como para poder identificarlas, es un viaje experimental, rodado con cámaras digitales con unos cuantos amigos con mucho tiempo libre, no voy a decir que no debéis verla, pero sólo si sois fans a muerte del lado más lynchiano (“Carretera perdida” o “Mulholland Drive”), yo debo reconocer que aunque estás dos películas me encantan, en esta ocasión he mirado demasiadas veces el reloj, a pesar de haberme preparado a fondo para enfrentarme a ella viéndola en un día descansado.
Como dicen algunos, a la salida del cine deberían darte la posibilidad de comprar la camiseta con el logo “Yo ví entera “Inland Empire”, toda una demostración de hasta donde es capaz de llegar el amor propio :-), también creo que es importante comentar que después del estreno en el Festival de Cine de Venecia, Lynch tuvo que retocar el montaje original debido a la tibia acogida que recibió el film.
En fin debemos sentirnos afortunados de haber podido disfrutar de 1 de las 20 copias con las que se ha estrenado en España, ahora empezará a rular por el resto de ciudades, puede que tengáis suerte de decidir si enfrentaos al viaje o no.
Puntuación 6.5
La película empezó a rodarse sin guión, las escenas eran escritas por Lynch justo antes de que empezaran a filmarlas. Cada mañana el director entregaba a los actores nuevas páginas de diálogos recién escritas con las que debían trabajar de inmediato.
2 comentarios:
Pero no te quedastes hasta que pasaran todos los creditos y saliera el conejo de peluche de la pantalla, (que por cierto fin ha reconducido su carrera despues de co-protagonizar Donie Darko) el cual repartía las camisetas, muy mal.
Por cierto no entiendo lo de -"Eso si, los que os digan que es una película tipo videocreación no tienen ni idea, he visto demasiado videocreaciones como para poder identificarlas"- yo creo que llega un punto en la película que se convierte justamente en eso,videoarte pero sin ningún tipo de justificación argumental lo cual no sería nada malo si no durara TRES HORAS!!!
Es que una videocreación es otra cosa, si quieres considerarla videoarte, lo aceptaría.
Pero se supone que todo lo que vemos tiene una explicación, aunque la mayoría no nos enteremos.
Pos eso
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