“El almuerzo desnudo” de David Cronenberg (1991)

Un hombre, después del trágico accidente de su mujer, comienza a tener unas horribles alucinaciones consecuencia de unas drogas que lo llevan a una seria adicción. En sus alucinaciones como escritor es transportado a un mundo totalmente surrealista llamado “Interzone”, donde incluso su máquina de escribir se convierte en una cucaracha.

Más de quince años después de su estreno, nos llega una de las películas más bizarras en la filmografía de Cronenberg, que ya es decir…, los distribuidores no vieron mercado para venderla en nuestro país, a pesar de haberse estrenado otras obras extrañas del mismo autor como “Inseparables”. La película no es una adaptación persé de la novela original, se basa más bien en el periodo de tiempo en que Burroughs escribió “El almuerzo desnudo” considerada como una de las obras maestras de la literatura moderna del siglo pasado.

La película es como un gran chute, empieza muy bien, pero llega un momento en que todo se torna inusitado, con una atmósfera que parece salida de cualquier pesadilla, pero sobre todo destila imaginación, hay momentos en que uno no sabe exactamente lo que está viendo, pero no puede dejar de sentirse fascinado por las imágenes. Es algo no sólo extraño, a eso nos tiene ya acostumbrado, no es asqueroso, más bien algo eróticamente inmundo, la escena de la “violación” es algo realmente sorprendente, los movimientos de la máquina de escribir, los fluidos que expele, la inquietante voz…

Los actores hacen su trabajo a la perfección, y es uno de los logros de la película, si no nos creyésemos lo que están pasando, todo el trabajo de producción se vendría abajo, pero funciona, de una forma insospechada, pero acertada.

El principal problema es haber visto anteriormente “eXistenZ”, con la que comparte más de un punto en común, es más me atrevería a decir que lo que Cronenberg no logró con “El almuerzo desnudo”, lo perfecciono posteriormente. A parte también me recuerda a otras dos películas de la época “Barton Fink” y “Miedo y asco en Las Vegas”

En “El almuerzo…” se nota que aún no ha alcanzado el equilibrio que necesita, a veces parece que la película se le escapa de las manos, se le descontrola, se centra demasiado en los detalles más escabrosos, sin lugar a dudas logró su objetivo, rodó lo que quiso, alcanzando un mérito realmente increíble, renuncia a jugar en el cine comercial para ofrecer su visión personal, no le importa lo que ocurra, y eso le pasa factura en el producto final. Necesita alguien que le ponga freno y le diga donde ha dejado el límite.

Aún así, con todo, es una excelente experiencia, una magnífica obra visual, que fascina en todo momento.

Puntuación 7