La semana pasada terminé una de las mejores series de los últimos años, y curiosamente una de las que más nostalgia y tristeza me ha dado conforme iban pasando los capítulos sabiendo que sería la última temporada.
En esta temporada el esquema clásico de la serie cambia radicalmente, en la temporada anterior ya había variado bastante con el seguimiento de los candidatos a presidente por ambos partidos, pero ahora con la partida ya avanzada, pronto se dividen las tramas, mostrando un capítulo entero para la casa blanca, y a continuación uno que sigue la campaña de los candidatos. Curiosamente tal como ocurría en la temporada anterior, la campaña se desarrolla de forma muy similar a lo que hemos vivido este año con los candidatos actuales, y la verdad es que es casi como un curso intensivo de cómo funciona el sistema estadounidense.
Pero fuera ya de todo eso, es increíble lo bien que funciona la serie, aún con los cambios realizados, los nuevos personajes están perfectamente definidos, y tanto Alan Alda como Jimmy Smiths, están esplendidos sobre todo Alda, demostrando su valía en cada episodio.
También hay que alabar como John Wells ha logrado sustituir a Aaron Sorkin, haciendo suya la serie, sin que hubiese un cambio radical, a pesar de haber realizado varios cambios, consiguiendo cerrar el circulo perfectamente, con una séptima temporada impecable, recuperando a personajes del pasado, cerrando cabos sueltos, y sobretodo dando un merecido homenaje a alguien muy querido con todos.
Además logra hacer un capítulo final, realmente bueno, cargado de nostalgia, pero de factura y guión es impecable, uno de los mejores finales de serie que he visto nunca, y posiblemente el mejor si no fuera porque este mismo año he visto esa obra maestra que es el capítulo final de “A dos metros bajo tierra” pero ambas saben cerrar el circulo perfectamente.
En fin, sólo puedo decir una cosa, tras al menos 7 años viendo la serie, la voy a echar mucho de menos, que ya es decir.
Pos eso
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