Adaptación de la obra teatral de Peter Morgan sobre la serie de entrevistas del periodista David Frost al presidente Nixon. En los tres años siguientes a verse obligado a dejar la Casa Blanca, Richard Nixon permaneció en silencio. Sin embargo, en el verano de 1977, el astuto y frío ex presidente aceptó conceder una única entrevista y contestar a preguntas acerca de su mandato y del escándalo Watergate que acabó con su presidencia.
Con tan sólo 5 nominaciones, aunque todas en categorías principales tenemos el último trabajo de Ron Howard, que consigue así su 4ª nominación (2ª como director), y que posiblemente es el director de éxito más machacado en toda su historia. Howard es un tipo todo terreno, capaz de aceptar cualquier trabajo y convertirlo en un éxito, con algunas excepciones como en todo, y si no que le pregunten que pasó con “Desapariciones” o “EDtv”.
Sin embargo en esta ocasión el merito es bastante notable, logra que una película sobre unas entrevistas políticas sea interesante y hasta emocionante.
De la película hay que destacar 3 cosas, la primera es el montaje, me parece realmente cojonudo, con un sentido del ritmo realmente admirable, pero también es verdad que el montaje tiene al mejor amigo que puede pedir, la extraordinaria partitura de Hans Zimmer, que para mí es la gran ausente entre las nominadas, la película no sería lo que es sin su presencia marcando el ritmo en todo momento, y por último la interpretación de Langella como el frío y calculador Nixon. Es increíble lo que este señor puede hacer con sólo fruncir el ceño, morderse el labio, o simplemente moviendo lo ojos a la cámara, dándole un repaso a Anthony Hopkins en “Nixon”.
El guión también está muy bien llevado, no sobra nada, y tiene varios momentos increíbles, sobretodo conforme va avanzando al cinta, alcanzando su punto álgido durante la llamada telefónica del presidente.
Y como no también hay darle parte del éxito de la película a Howard, que logra mantenernos interesados durante dos horas de diálogos y más diálogos sin que la cosa decaiga.
Puntuación 8
Pos eso
Con tan sólo 5 nominaciones, aunque todas en categorías principales tenemos el último trabajo de Ron Howard, que consigue así su 4ª nominación (2ª como director), y que posiblemente es el director de éxito más machacado en toda su historia. Howard es un tipo todo terreno, capaz de aceptar cualquier trabajo y convertirlo en un éxito, con algunas excepciones como en todo, y si no que le pregunten que pasó con “Desapariciones” o “EDtv”.
Sin embargo en esta ocasión el merito es bastante notable, logra que una película sobre unas entrevistas políticas sea interesante y hasta emocionante.
De la película hay que destacar 3 cosas, la primera es el montaje, me parece realmente cojonudo, con un sentido del ritmo realmente admirable, pero también es verdad que el montaje tiene al mejor amigo que puede pedir, la extraordinaria partitura de Hans Zimmer, que para mí es la gran ausente entre las nominadas, la película no sería lo que es sin su presencia marcando el ritmo en todo momento, y por último la interpretación de Langella como el frío y calculador Nixon. Es increíble lo que este señor puede hacer con sólo fruncir el ceño, morderse el labio, o simplemente moviendo lo ojos a la cámara, dándole un repaso a Anthony Hopkins en “Nixon”.
El guión también está muy bien llevado, no sobra nada, y tiene varios momentos increíbles, sobretodo conforme va avanzando al cinta, alcanzando su punto álgido durante la llamada telefónica del presidente.
Y como no también hay darle parte del éxito de la película a Howard, que logra mantenernos interesados durante dos horas de diálogos y más diálogos sin que la cosa decaiga.
Puntuación 8
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