Como no hay vuelos directos desde aquí para París, y no me apetecía pagar un pastón o hacer escalas, al final la idea fue ir a Londres con Thomas Cook para por la mañana coger el Eurotrain a París, el problema es que como ese día trabajaba por la mañana llego ahí sobre las 20:30, o sea sin poder hacer prácticamente nada.
En el avión me tocó sentarme junto a una clienta de Moebius que iba con sus hermana, así que tras ver “The Time Traveler's Wife” que se llamará aquí “Te amaré por siempre”, estuvimos charlando un rato, y decidimos quedar para tomar algo tras dejar nuestras cosas en el hotel.
Encontrar el hotel fue en sí una pesadilla, porque a pesar de tener un mapa del googlemaps, la calle principal no la encontraba, el problema fue que es la típica calle que de repente a mitad cambia de nombre, y desde yo estaba tenía otro nombre distinto.
Al final tras una hora dando vueltas como un tonto, preguntando en la estación y harto hasta no poder más, entré en un hostal y les pedí que me ayudasen, primero con un mapa, donde no encontrábamos mi calle arrrggggg y ya al final me lo miraron en Internet y hasta me imprimieron un mapa, el hotel estaba a sólo 5 manzanas…
El resto de la noche me la pasé dando un paseo por Oxford Street bajo la genial ilumainación navideña e mirando escaparates, entre ellos los de un centro comercial que estaban dedicados a cuentos de hadas, aunque con un toque a las Twisted Tales de Mcfarlane, la verdad es que tenian como 10 escaparates como este, a cual más flipante.
y poco más a eso de la 1:30 pasada cogí un bus que me llevaba al hotel (el puto metro a el sábado a la 1:30 ya estaba cerrado).
En fins
2 comentarios:
Que bonitas las luces :D
yup molaban mogollón
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