En Minnesota el programa hay un programa de radio que lleva más de treinta años emitiéndose con público en directo, pero los años han pasado, los programas de este tipo han pasado a la historia, el teatro ha sido vendido y el nuevo dueño tiene otras ideas. La película refleja la última actuación en directo del show, en el ambiente hay un aire de melancolía, y los numerosos músicos, cantantes y humoristas se preparan para dejar caer el telón.
Con un plantel de actores impresionante Altman se preparaba para la que sería su última película, perfectamente consciente de que el viaje se acababa, y para ello ha elegido rodar una película perfectamente coral, con unos diálogos perfectamente identificables dentro de su cine, con un ambiente lánguido de final de camino en el que cada personaje reflexiona sobre lo que está pasando, y un personaje misterioso que bien podría representar a la parca que espera a que llegue su turno para actuar. Aunque lo parezca no estamos ante un drama al uso, es una representación de la vida con personajes reales hablando de cosas cotidianas, contándose anécdotas,
La película bien se podría considerar un musical, aunque los personajes sólo canten en el escenario durante sus actuaciones, las letras están repletas de sentido, enviando continuamente mensajes directos, repasando el viaje que concluye con mucho humor, atención al número final de Woody Harrelson y John C. Reilly. Además hay mucha esperanza sobre el escenario, diversión tras el telón, reemplazo generacional que se produce con Lindsay Lohan, la hija de Meryl Streep en la pantalla, también hay personajes simpáticos como el de Kevin Kline, que intentará salvar el espectáculo hasta el último momento.
La obra es puro Altman en todo su esplendor, desde el ritmo de narración hasta los personajes tienen su sello inconfundible, que nos recuerda a otras obras suyas como “Cookie’s Fortune”, “Vidas cruzadas” o “El doctor T y las mujeres”, un viaje maduro que llega a su fin teniendo aún muchas cosas que contar.
Adiós maestro
Puntuación 7.5
Con un plantel de actores impresionante Altman se preparaba para la que sería su última película, perfectamente consciente de que el viaje se acababa, y para ello ha elegido rodar una película perfectamente coral, con unos diálogos perfectamente identificables dentro de su cine, con un ambiente lánguido de final de camino en el que cada personaje reflexiona sobre lo que está pasando, y un personaje misterioso que bien podría representar a la parca que espera a que llegue su turno para actuar. Aunque lo parezca no estamos ante un drama al uso, es una representación de la vida con personajes reales hablando de cosas cotidianas, contándose anécdotas,
La película bien se podría considerar un musical, aunque los personajes sólo canten en el escenario durante sus actuaciones, las letras están repletas de sentido, enviando continuamente mensajes directos, repasando el viaje que concluye con mucho humor, atención al número final de Woody Harrelson y John C. Reilly. Además hay mucha esperanza sobre el escenario, diversión tras el telón, reemplazo generacional que se produce con Lindsay Lohan, la hija de Meryl Streep en la pantalla, también hay personajes simpáticos como el de Kevin Kline, que intentará salvar el espectáculo hasta el último momento.
La obra es puro Altman en todo su esplendor, desde el ritmo de narración hasta los personajes tienen su sello inconfundible, que nos recuerda a otras obras suyas como “Cookie’s Fortune”, “Vidas cruzadas” o “El doctor T y las mujeres”, un viaje maduro que llega a su fin teniendo aún muchas cosas que contar.
Adiós maestro
Puntuación 7.5
No hay comentarios:
Publicar un comentario