Linda Hanson tiene una casa preciosa, un marido que la quiere y dos hijas adorables. Su vida es perfecta, hasta que recibe una devastadora noticia: su marido Jim ha fallecido en un accidente de coche. Pero, al despertarse a la mañana siguiente, Linda descubre que Jim sigue vivo.
En un principio, Linda cree que el accidente ha debido de ser una pesadilla... hasta que ocurre de nuevo. Algunos días Jim sigue a su lado cuando se despierta, pero otros debe enfrentarse a la realidad de haberse quedado viuda. Por alguna razón inexplicable, los días están desordenados.
En un principio, Linda cree que el accidente ha debido de ser una pesadilla... hasta que ocurre de nuevo. Algunos días Jim sigue a su lado cuando se despierta, pero otros debe enfrentarse a la realidad de haberse quedado viuda. Por alguna razón inexplicable, los días están desordenados.
La traumática premonición de Linda desencadena una serie de extraños sucesos que alteran el tiempo. Su mundo está patas arriba y estas circunstancias surrealistas hacen que descubra que su vida quizás no era tan idílica como parecía. En un intento desesperado por salvar a su familia, Linda luchará furiosamente contra el tiempo y el destino para intentar conservar todo lo que ella y Jim han construido juntos.
Lo que me resulta más curioso de todo es que Bullock haya rodado dos películas seguidas que traten de alguna manera problemas temporales, primero “La casa del lago” y ahora esta.
La película es una especie de puzzle, resuelto de manera un tanto atípica, partimos desde un punto central, para desde ahí, cada día ir avanzando hacia delante y hacia atrás, con lo que vamos viendo los efectos antes de ver la causa, con lo que poco a poco vamos obteniendo toda la información necesaria. Lo mejor de todo es que la trama, después de ver el segundo día no resulta nada confusa, con lo que el juego va cogiendo ritmo. A su favor también tiene no recrearse en el drama, ni en los momentos románticos, con lo que logra un ambiente misterioso. Sobre la trama de los saltos temporales, estoy seguro de que si nos ponemos a pensar un poco, le encontraríamos algún fallo, pero durante el transcurso de la misma, yo no se lo he podido encontrar.
En resumidas cuentas tenemos un producto bastante decente, que entretiene, no cansa y se pasa volando a pesar de durar 110 minutos, logrando una película sin concesiones, ni desenlaces fáciles, los hechos no se ven forzados, la trama no va por donde uno espera, y un final realmente bueno, de esos que te hacen alegrarte que no hayan comprometido la situación.
Puntuación: 7
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