Ahora mismo todo el mundo está hablando del final de una de las mejores series de la presente década, mientras yo hará medio año empecé a revisionarla y acabo de ver otra vez la segunda temporada.
La serie no sólo aguanta este segundo visionado, sino que incluso lo mejora, es curioso ver en que punto se encuentran los personajes, teniendo en mente el futuro de los mismos, además de confirmar definitivamente que el puente entre esta y la tercera temporada sea uno de los mejores momentos de la misma.
Esta es la temporada del viaje a Italia, en la que Melfi reacepta a Tony como paciente aumentando así el tira y afloja que llevan arrastrando desde hace tiempo, Christopher está más decidido que nunca a escribir la gran novela americana, para ayudarle su novia le regalará un curso de clases de interpretación. El FBI implica a Pussy cada día más, Richie Aprile entra como un torbellino en escena haciendo peligrar el estatus quo creado y Tony empieza a verse con su novia rusa.
Las referencias a la saga de “El padrino” se harán más que evidentes, y los homenajes son continuos, pero renovando un género que parecía mermado con una fuerza inusitada, los personajes siguen siendo tremendamente creíbles, las historias a pesar de los temas que tocan están llenas de metáforas, con un aire que las convierte en algo tremendamente cercano. “Los Soprano” no sólo dota al género televisivo del impulso que necesitaba para convertirse en lo que es hoy en día, sino que lo lleva mucho más allá de lo que se veía en ese momento. Hacía ya seis años que ninguna serie irrumpía con fuerza renovadora, exactamente desde el 93 con el estreno de “Policias de N.Y.” y “Expediente X” y en el 94 con “Urgencias”, desde entonces poco había cambiado.
Como recompensa la serie se afianza aún más en los Emmy con 18 nominaciones, 2 extra a las conseguidas el año anterior, haciendo un total de 34 en sólo dos temporadas, todo un hito para una serie que se emite exclusivamente por cable, y consolidando a la HBO como renovadora de la televisión.
Cabe destacar entre otros capítulos el 5 “Big Girls Don’t Cry”, el 9 “From Where to Eternity”. Mención especial se le debe hacer al 12 “The Knight in White Satin Armor” un episodio especialmente rompedor que te deja con la boca abierta, y el 13 “Funhouse” posiblemente el mejor capítulo final de la serie, el aire onírico que lo impregna, las revelaciones y decisiones que se toman, y un viaje en barco a lo “El padrino” realmente inolvidable.
La serie no sólo aguanta este segundo visionado, sino que incluso lo mejora, es curioso ver en que punto se encuentran los personajes, teniendo en mente el futuro de los mismos, además de confirmar definitivamente que el puente entre esta y la tercera temporada sea uno de los mejores momentos de la misma.
Esta es la temporada del viaje a Italia, en la que Melfi reacepta a Tony como paciente aumentando así el tira y afloja que llevan arrastrando desde hace tiempo, Christopher está más decidido que nunca a escribir la gran novela americana, para ayudarle su novia le regalará un curso de clases de interpretación. El FBI implica a Pussy cada día más, Richie Aprile entra como un torbellino en escena haciendo peligrar el estatus quo creado y Tony empieza a verse con su novia rusa.
Las referencias a la saga de “El padrino” se harán más que evidentes, y los homenajes son continuos, pero renovando un género que parecía mermado con una fuerza inusitada, los personajes siguen siendo tremendamente creíbles, las historias a pesar de los temas que tocan están llenas de metáforas, con un aire que las convierte en algo tremendamente cercano. “Los Soprano” no sólo dota al género televisivo del impulso que necesitaba para convertirse en lo que es hoy en día, sino que lo lleva mucho más allá de lo que se veía en ese momento. Hacía ya seis años que ninguna serie irrumpía con fuerza renovadora, exactamente desde el 93 con el estreno de “Policias de N.Y.” y “Expediente X” y en el 94 con “Urgencias”, desde entonces poco había cambiado.
Como recompensa la serie se afianza aún más en los Emmy con 18 nominaciones, 2 extra a las conseguidas el año anterior, haciendo un total de 34 en sólo dos temporadas, todo un hito para una serie que se emite exclusivamente por cable, y consolidando a la HBO como renovadora de la televisión.
Cabe destacar entre otros capítulos el 5 “Big Girls Don’t Cry”, el 9 “From Where to Eternity”. Mención especial se le debe hacer al 12 “The Knight in White Satin Armor” un episodio especialmente rompedor que te deja con la boca abierta, y el 13 “Funhouse” posiblemente el mejor capítulo final de la serie, el aire onírico que lo impregna, las revelaciones y decisiones que se toman, y un viaje en barco a lo “El padrino” realmente inolvidable.
Carmela: ¿Como que se ha ido?Tony: Se ha ido.Carmela: ¿Donde?Tony: Carmela, después de 18 años
de matrimonio, no me hagas que te convierta en encubridora.Carmela: ¿En encubridora... ? (Entonces
se da cuenta) ¡Joder la leche!Tony: No preguntes másCarmela: Oh Dios mio
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