Juan Echanove dirige a Juan José Otegui (Sr. Green) y Pere 
Ponce (Ross Gardiner) en esta comedia en dos actos y nueve visitas ambientada en Nueva York, en el año 2000. El Sr. Green, de 86 años, vive sólo en su apartamento de la calle 80, en el Upper-West de Manhattan. Una tarde recibe la insospechada visita de Ros Gardiner, joven ejecutivo a quien Green cree no conocer, pero quien le atropelló con su coche unas semanas antes, razón por la cual un juez le ha condenado a visitarlo todos los jueves, durante seis meses, y prestarle asistencia domiciliaria. La consecuencia de esta sentencia, contrariará la forma de vida rutinaria, solitaria y un poco maniática del Sr. Green, judio tradicionalista y algo misántropo. La incipiente convivencia entre ambos y la información que Gardiner va recabando pronto revelará algunas verdades y secretos latentes de uno y otro.
La obra es principalmente una comedia dividida en dos actos, de entrada lo que más me ha sorprendido es la rapidez con la que se desarrolla la obra, cuando llegamos al descanso no me podía creer que hubiera transcurrido una hora completa, esto hay que agradecérselo a un guión realmente ágil, sin tiempo al descanso, los actores están continuamente hablando. Los diálogos son muy agudos, repletos de ironía y buen humor, y aunque la obra roce el drama en algún momento, en ningún momento se ceba en él, sabiendo darle la medid
a justa para no inclinar la balanza hacía su lado.
Los actores esplendidos, no sabría decantarme por ninguno de los dos, aunque tal vez Otegui destaque un poco más gracias a su papel más protagonista, y con una mayor carga dramática. Otra de las cosas que me ha sorprendido gratamente ha sido el escenario, es realmente increíble, hasta el más mínimo detalle ha sido cuidado, repleto de muebles, perfectamente decorado, sorprende también que cada vez que se abre una puerta haya una pared al fondo con adornos, la iluminación también extraordinaria, sobretodo en los momentos que entra la luz del día en la habitación.
Para terminar no puedo más que recomendar la obra, que si bien no es que trate un tema novedoso, o nunca visto, sí que se convierte en una experiencia realmente gratificante a todos los niveles, tanto de actuación como de montaje, dos horas que se pasan en un suspiro, y que mejor comentario se le puede hacer a una obra que ese.
Pos eso
Ponce (Ross Gardiner) en esta comedia en dos actos y nueve visitas ambientada en Nueva York, en el año 2000. El Sr. Green, de 86 años, vive sólo en su apartamento de la calle 80, en el Upper-West de Manhattan. Una tarde recibe la insospechada visita de Ros Gardiner, joven ejecutivo a quien Green cree no conocer, pero quien le atropelló con su coche unas semanas antes, razón por la cual un juez le ha condenado a visitarlo todos los jueves, durante seis meses, y prestarle asistencia domiciliaria. La consecuencia de esta sentencia, contrariará la forma de vida rutinaria, solitaria y un poco maniática del Sr. Green, judio tradicionalista y algo misántropo. La incipiente convivencia entre ambos y la información que Gardiner va recabando pronto revelará algunas verdades y secretos latentes de uno y otro.La obra es principalmente una comedia dividida en dos actos, de entrada lo que más me ha sorprendido es la rapidez con la que se desarrolla la obra, cuando llegamos al descanso no me podía creer que hubiera transcurrido una hora completa, esto hay que agradecérselo a un guión realmente ágil, sin tiempo al descanso, los actores están continuamente hablando. Los diálogos son muy agudos, repletos de ironía y buen humor, y aunque la obra roce el drama en algún momento, en ningún momento se ceba en él, sabiendo darle la medid
a justa para no inclinar la balanza hacía su lado.Los actores esplendidos, no sabría decantarme por ninguno de los dos, aunque tal vez Otegui destaque un poco más gracias a su papel más protagonista, y con una mayor carga dramática. Otra de las cosas que me ha sorprendido gratamente ha sido el escenario, es realmente increíble, hasta el más mínimo detalle ha sido cuidado, repleto de muebles, perfectamente decorado, sorprende también que cada vez que se abre una puerta haya una pared al fondo con adornos, la iluminación también extraordinaria, sobretodo en los momentos que entra la luz del día en la habitación.
Para terminar no puedo más que recomendar la obra, que si bien no es que trate un tema novedoso, o nunca visto, sí que se convierte en una experiencia realmente gratificante a todos los niveles, tanto de actuación como de montaje, dos horas que se pasan en un suspiro, y que mejor comentario se le puede hacer a una obra que ese.
Pos eso
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2 comentarios:
Estoy muy de acuerdo contigo, lo que pasa es que yo no le puse tanto interés al decorado. No sé qué día fuiste tú, pero el sábado había bastantes sitios sin ocupar, y a mí me da pena. BMil.
Yo fui el viernes y en patio debía haber una ocupación del 55% puede que algo más.
El problema son las fechas y la cantidad de eventos que ha habido este fin de semana relacionados con las fiestas de San Juan.
Una pena la verdad.
Pos eso
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